2009/03/06

Grateful Dead bien al sur

Todavía no terminamos de grabar el disco y Poli ya anda endemoniada con el asunto de la presentación. Me preguntó que tipo de ideas tenía yo al respecto y no le contesté, elusivamente salí con otro tema, por lo que los engranajes de su arma sensible comenzaron a rotar a alta velocidad. No dijo nada, tomo mi silencio como un desafío.
Son muchos los dolores de cabeza que nos viene dando organizar shows en Capital. Poli que es como todos saben una tipa dura que no va a andar alarmando por cualquier cosa, nota que en Buenos Aires, algo está por explotar, la densidad ambiente esta muy pesada. Shangai volvió a decirme después de muchos años. Tanto Skay como yo compartimos la misma impresión de Poli. La debacle del menemismo, el estado inaceptable de las condiciones sociales que ha impuesto su gobierno, la violencia que emerge como un animal absurdo por entre las anfractuosidades del lomo de tortuga gigante de la posmodernidad han impuesto indudablemente sus reglas. Que alguien salga a arriesgar su vida o su libertad y matar por dos pesos es algo común en estos días. Algo que se ve a diario. La pregunta que nos hacemos a cada momento es como contemporizamos toda esta mierda en que ha devenido buena parte de la sociedad con un evento de rock, teniendo en cuenta las características particulares que tienen nuestros conciertos.
Hace bien Poli en anticiparse con tanto tiempo por delante a la presentación del próximo disco. La experiencia de Huracán terminó por hacer aparecer pequeños focos de violencia tendientes a agigantarse en el futuro. Hace unos meses cuanto todavía no estábamos tan sumidos en la grabación dejamos deslizar, medio en joda medio en serio, la posibilidad de repetir la modalidad empleada por de los Grateful Dead en los 60 y 70, o sea, salir a tocar por los pueblos de interior del país, sin promoción, casi diría sin avisar. Creo que tenemos el perfil para ello. Pero enseguida comenzaron a surgir los problemas. ¿En que espacio físico íbamos a tocar, donde se venderían las entradas? Cosas por el estilo que por el solo hecho de tener que comenzar a buscarle soluciones, abrumaban. Creo que Poli se quedó pensando en todo esto. Todos quedamos pensando en algún tipo de variante similar de la de los Grateful Dead. En estos momentos yo me siento absorbido por los aspectos técnicos del nuevo engrendro. Dejo a Poli estrangular sus neuronas. Veo algo bueno en el espesor de su mirada, en el aleteo magnético de sus pestañas de pitonisa.

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