2008/11/24

El gnomo peludo del peronismo

Pupeto iba a la mano de Angeloz y yo a la del gnomo. La derrota implicaba cocinar un cordero a la cerveza negra, ese manjar que nos enloquece y que según el sátrapa de Symns, nos gusta porque tiene la textura y el sabor de la carne humana. Así que ya debe estar el bueno de Pupeto inyectando con una jeringa el licor de lúpulo en las fibras para que se vaya macerando la pequeña oveja.
Durante todo el domingo estuvimos dedicados exclusivamente a ensayar y a concluir por darle forma definitiva a los temas nuevos. Aceitarle los engranajes y disiparle los fantasmas que enredan sus piernas a esa tarea nos abocamos. Un pacman en el Savoy terminó por ensamblarse y también terminamos por encotrarle el pulso preciso a la gravedad solemne de Ropa Sucia. De vez en cuando parabamos a tomarnos una cerveza entre tema y tema. Alguno se iba hasta la radio y pegaba la oreja un rato sobre el pequeño aparatito para traer noticias de cómo iba el escrutinio de las nuevas elecciones presidenciales que se estaban desarrollando en todo el país. Nadie, ninguno de nosotros estaba muy entusiasmado por este asunto, esa es la pura verdad. Si bien todos gozamos de los nuevos aires democráticos, en especial de la desarticulación de uno de los más grandes aparatos represivos que supo poner en marcha el estado en todos estos años de historia, ninguno de los integrantes de la banda esta embanderado detrás de algún partido y ninguno deseaba que gane algún candidato en especial más allá de las apuestas. Para todos los que conformamos los Redonditos nuestro unico candidato es el innominado y nunca bien ponderado Patricio Rey presidente consuetudinario de la grey heroica y monarca indiscutido de estas tierras, pero por diversos motivos, sobre todo por cuestiones más bien absurdas a casi todos nos atrae la figura del caudillo riojano. Sus hirsutas patillas, su estampa anacrónica y ridícula, su discurso populista rayano por momentos en lo meramente cómico nos ha caido en gracia. Particularmente me lleva hacia él cierto brillo maldito que se desprende de su personalidad y se vuelca sobre la inmaculada porcelana de las categorías bienpensantes argentinas. Veo que su persona produce un rechazo que va más allá del consabido gorilismo antiperonista enquistado en los tradicionales sectores altos y medios, en las gordas de Pilar, en los profesionales de Palermo sensible, en el catenaccio social que conforman las elites nacionales para que ningún desangelado se les cuele por el pasillo. Toda esa risa rubia escandalizada por la sola candidatura del gnomo peludo del peronismo. Se y no lo ignoro, me lo han contado viejos amigos que han apostado sus vidas a dar el salto en estas cuestiones del poder político que al gnomo lo bancan desde lo económico grupos muy diversos. La fracción más cuestionada de los viejos popes de Montoneros, sectores ultraconservadores de la Iglesia y sobre todo echando por tierra de antemano cualquier intención de carácter popular que pueda asumir el nuevo gobierno, los Bunge y Born. Cualquier cosa. Como era de esperar, nada bueno. Nada nuevo bajo el sol.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que clara descripcion de una persona tan desagradable.Bueno como el yinyan,dentro de todo lo malo existe algo bueno:Yo,personalmente,aproveche ese tiempo,del 1 a 1,y con un poquito de suerte a comprarme un terreno.Creo que hoy en dia economicamente se hace cuesta arriba.

Anónimo dijo...

El catenaccio social es un concepto tan preciso como genial, me mato! Me imagino disertando a intelectualidad argenitna en un seminario de la Carrera de Sociología, Tema: el catenaccio Social / Moderadores: Franco Baressi y Horacio GOnzalez, exponen: Paolo Maldini, C. Bilardo y el Bambino Pons,