Tapa Baión

Hace ya unos días cuando desde el telefono instalado en el depto. de Skay lo llamamos a Rocambole por el asunto de la tapa del nuevo disco algo de lo que allí escuchamos nos dejó helados a los dos. Patitiesos sería el término exacto para describirlo. Del otro lado de la línea Rocambole nos confirmaba que el arte de tapa ya estaba casi listo, que solo le faltaban detalles menores que puliríamos ni bien nos volvamos a reunir los tres. Acerque mi oído al tubo para constatar lo que el Mono estaba diciendo.¿Cómo - nos preguntamos los dos con una sola expresión de sorpresa-, apenas habíamos trazado un par de esbozos imaginarios, una serie de displiscentes garabatos mentales para que el Mono se vaya haciendo una idea de que era lo más conveniente para ilustrar el nuevo puñado de canciones, y ya estaba lista? ¿Apenas el hilo de voz de Skay llegó a oídos de su viejo amigo Rocambole, este volcó tres tachos de pintura y tapa hecha? ¿Qué sucedió con el misterioso Mono Cohen? Skay casi se cae de culo cuando Rocambole quitó el lienzo de la tela y allí en el centro de unos manchones celestes violetas y verdes, encontró con Chupete.( Así bautizamos al muñeco).
Es igualito me dijo, y se refería a la semejanza que existía entre la idea que por medio de palabras (amnesia- televisor-mutante-dependencia-mamadera) creo que estos fueron los pilares de la descripción, yo le había esbozado.
Ustedes se comunican por telekinesis, nos decía Skay.
El Mono inclinaba su vaso de vino como si buscara trazar una línea paralela con el fondo de su genial engendro pictórico.
Exactamente le dijo Rocambole con una sonrisa que lo convertía en un Santa Claus vulcánico y desaparrado.
Yo también quedé impactado con el trabajo que realizó el Mono, fueron pocas aunque concisas las ideas que le había tirado, que le había sugerido como para que vaya probando suerte nomás. Estaba preparando un elogio que resolviera la excelente interpretación a la que había llegado, cuando nos reveló que a Chupete lo había diseñado hace unos cuantos meses antes de que yo le solicitara nada a instancias de una idea de su pequeña hija y de un gato muerto encontrado en la azotea. Bueno me dije, tendrá razón Skay , de que acá algo sucede. Recorté al instante el pensamiento, hace mucho que las cosas de apariencia sobrenaturales, no me llaman la atención, más que por unos pocos segundos.