2009/08/21

De epígonos y covers

Me dicen que cada vez hay más pibes y no tan pibes en el circuito del rock local metiendo la voz finita en sus canciones. O sea que me imitan. La verdad que mi ignorancia endémica en cuestiones de lo que hacen mis colegas argentinos hace que yo no sepa nada al respecto. Han insistido tanto en el tema que dispuse unos minutos en tratar de escuchar a los ya consabidos epígonos del Indio. Si bien abusan del falsete o le meten el rugido de tigre lunar a todos los estribillos, no he notado ningún tipo de parecido a mi voz. Sobre todo a la intención de mi voz. Sin sonar pedante es imposible que pibes de esta decada intenten hacer correr su voz por un cauce inexistente. Esto lo escribo porque es muy evidente la falta que hay en ellos de experiencias trascendentes esas experiencias que son las únicas capaces de darle el tono exactamente trágico a la voz. Puede ser que estos pibes técnicamente lleguen a parecerse pero nunca hallarán el centro de la alquimia, el cruce de calles donde un loco recita citas de Oupensky y otro pesa proporciones de pólvora para volar la caja de Pandora, donde alguien se pasa veinticinco noches en vela para definir el tono de color que tendrán las pieles en sus oleos y otro estudia de que forma componer una opera rock basada en el I Ching. Esas son las cosas irrepetibles. Pero bueno no puedo negar que en alguna parte de mi se acumula orgullo al saber que cuando tienen que darle tenor a su voz vienen a la sombra del viejo Indio Solari. Que le vamos a hacer.
Otra cosa que arriman a mis oídos es el tema de los covers. Yo desde hace tiempo que perdí la cuenta. Recuerdo muy bien el momento, por ejemplo, en que los chicos de Hermética versionaron Vencedores Vencidos. Si no me equivoco, el primero de todos. Me acuerdo de la cara del manager de la banda de Iorio golpeando las puertas de la sala de ensayos para solicitarnos el permiso. Me dio no se qué aquella tarde. Pibes tan ásperos pidiendo permiso. Les dije que si enseguida para sacarlos del papel de mendicantes que tanta impresión que daban. Me gustó como lo hicieron, mucho. Yo temía que tal vez la velocidad metalizada de la banda le quitara el paso de vietcong combatiendo en la jungla que tiene la canción. Pero no hasta la voz d e Oconnors me pareció bien. Por aquellas épocas todavía tocabamos en Obras y una forma de decirles que realmente me gustó fue ponerme una remera de Hermética durante los bises.
Después de la versión trash de Vencedores, a decir verdad solo vienen a mi mente La Bestia Pop, por Los Palmeras y por Fabiana, aguerrida y elegante en su estilo la primera, la verdad que si bien la cumbia definitivamente no es lo mío, los muchachos han preservado mucho del espíritu festivo con que fue concebida, la versión de Fabiana solo me gusta porque la hizo ella
Porque es ella parte de la historia del rock.
Unos pibes centrados creo un una radio de la Universidad de la Plata están pergeñando un disco de homenaje a los 20 años de Octubre por lo que distintas bandas harán un tema de la placa.
Espero que le vaya bien y que no sufran lo que sufrí yo intandando controlar los reverb, aquellas oscuras jornadas de gloria y espanto.

1 comentario:

Sara dijo...

Creo que a veces es necesario poder tener un poco de tiempo para escribir y relajarse, eso hace que estemos un poco mejor, a mi lo que me relaja mucho es poder salir a comprar ropa de mujer por mayor